sábado, 9 de agosto de 2008

LABOR MISIONERA DE LOS FRANCISCANOS EN LA PROVINCIA DE SALTA (ARGENTINA)


(EXTRACTO)

CENTRO MISIONERO DE TARTAGAL

... Existe entre nosotros el grave problema de los pueblos aborígenes, no incorporados a los beneficios de una sociedad que los excluye y este problema es fundamentalmente religioso, un problema misional que pesa sobre nuestras conciencias gravándolas con la responsabilidad que emana de nuestro común deber de llevar a estos aborígenes, hermanos nuestros, hijos de la misma patria, a que se les reconozca su dignidad de Hijos de Dios.

Los Frailes Franciscanos vienen consagrándose a atender las misiones aborígenes de todo el chaco salteño y reclaman muy justamente, la colaboración de todos los fieles.

La grave razón de justicia que antes invocábamos y el fervor, verdaderamente ejemplar, que va despertándose para las 0bras Misionales, nos hacen esperar que serán secundados los deseos de los misioneros franciscanos.

... Estos y otros testimonios, confirman la convicción del pueblo de Salta, en su reafirmación cariñosa con referencia a los franciscanos y que ha dado lugar a una bien merecida apreciación, que es todo un lema de franciscanismo en Salta, de que "Salta es la Asís Argentina."

Al momento de la puesta en práctica del Decreto "Ut Efficacius", los conventos de Salta y Jujuy y la Parroquia de San Ramón de la Nueva Orán, se convertían en el triángulo de operaciones apostólicas.

Necesariamente los misioneros tuvieron que volcarse hacia el norte de la provincia y al noroeste, entre los ríos Bermejo y Pilcomayo, hacia las comunidades aborígenes de Chiriguanos, Tobas y Matacos del chaco salteño.

Desde el convento de San Francisco de Salta Capital, sede de la Comisaría Provincial, Fray Gabriel Tommasini y sus colaboradores elaboran el magnífico plan de trabajo que empezaría a funcionar de inmediato.

Con fecha 12 de noviembre de 1926 se planta la Cruz de Cristo en una localidad que los exploradores habìan denominado ya "Tartagal", a la margen izquierda del rio del mismo nombre.

El lugar habìa sido visitado anteriormente por Fray Mariano Colagrossi, en su viaje desde el chaco boliviano hacia Salta, donde se establecerìa como miembro de esa comunidad.

Entrando por Pocitos y evangelizando la región, un viejo amigo poseedor de esas tierras le hizo donación de un lote para establecer un centro misionero en la región.

En julio de 1927 Fray Gabriel Tommasini se establecía definitivamente en el pueblo iniciando la obra de evangelizaciòn. Un año después, el 24 de junio, con la presencia del entonces Sr.0bispo de Salta, Mons. Julio A.Campero y Aràoz, fue inagurada la parroquia regular, bajo la advocación de la Purísima Concepción de Maria y su primer párroco fue Fray Angélico Scipioni.

Pronto la casa parroquial se convirtió en el centro misionero del norte, fundándose otras casas y misiones en un territorio de 15.000 Km.2; Rio Carapari, Aguaray, Yariguarenda, Acambuco, Vespucio, Tablillas, San Pedrito, Pozo del Tigre, La Tablada, Ciro Echesortu, Gral.Ballivián, Morillo y Los Blancos.

Algunas de estas son consideradas misiones y otras estaciones misionales.

Uno de los pueblos que recibiò desde el principio la atención de los misioneros es Aguaray, pueblo forestal actualmente bien desarrollado. El 12 de junio de 1938, fue inagurada la bonita capilla dedicada a Santa Teresita del Niño Jesús y obra del celoso misionero Fray Fèlix Bruciaferri. Actualmente es parroquia y vive una fraternidad de frailes en forma permanente.

Con la llegada del ferrocarril, en 1942, adquiriò importancia fundamental la población fronteriza de Pocitos, aumentando en población y riqueza. Tambièn en ese pueblo se erigiò una capilla dedicada a Nuestra Señora de Luján, en la cual semanalmente se celebraban los cultos religiosos por un misionero que llegaba desde el Rio Caraparì.

Campamento Vespucio es una creación de Yacimientos Petrolíferos Fiscales (YPF), una verdadera joya en construcción y confort, en medio del abrazador campo del norte. La presencia del franciscano, antes desde Tartagal, luego con residencia estable, respalda la vida religiosa de los directivos y empleados del campamento, como de los obreros y aborígenes. Actualmente està confiado a los frailes franciscanos de la nueva Diócesis de San Ramón de la Nueva Oràn.

Junto al campamento de YPF, la perforación de dos pozos por parte de la Compania Norteamericana "Standard 0il Company", diò lugar a la formación de pequeñas comunidades humanas, Tablillas y San Pedrito, fueron dos de ellas, que con sus respectivas capillas inaguradas y bendecidas por el Arzobispo de Salta, Mons. Roberto J:Tavella, el 9 de julio de 1945, permiten que los misioneros puedan acercarse fácilmente a esos grupos y predicar el Evangelio. Actualmente los dos pueblitos son atendidos por los frailes que residen en Vespucio.

A 48 Km.de Tartagal, en el lìmite sur de la parroquia, la "Standard", construyò un campamento en 1924 llamado General Ballivián, que luego fue trasladado a Tartagal, la población que estaba destinada a desaparecer encontrò en la industria maderera, su sostén de vida, convirtiéndose en una población bien organizada. La presencia de los frailes franciscanos desde Tartagal y sus visitas periódicas dieron lugar a la construcción de una capilla para el culto.

En el departamento Rivadavia, uno de los màs grandes de la provincia de Salta, està ubicado el pueblo del mismo nombre, que en otras ocasiones fue uno de los màs prósperos de la extensa zona. Basta recordar la codicia de los colonos, las dificultades con los franciscanos y el abandono de estos por la imposibilidad de vivir a falta de recursos. El pueblo se fundò en 1855, cuando Fray Puigdengolas (mártir del chaco salteño) luego de la fundación de la misión de Esquina Grande, recibiò a los primeros colonos, ubicándose a la margen izquierda del Rio Bermejo y la confluencia del Rio Dorado. La parroquia y el pueblo fueron atendidos por los misioneros del convento de Salta Capital de una manera permanente entre dificultades sin nùmero. Esta permanencia continuada hizo que en 1876, Rivadavia fuera declarada parroquia.

Los franciscanos la rigieron ininterrumpidamente desde su fundación, menos algunos años, y en 1928 fue anexada a la parroquia de Tartagal. Desde 1953, pertenece a la parroquia San Roque de Embarcación y se atiende por medio de misioneros de esta fraternidad que la visitan varias veces al año.

En el camino estàn ubicadas algunas estaciones ferroviarias cuyas poblaciones reciben la visita de los misioneros en su recorrido hacia Rivadavia.

En el territorio de Tartagal, la presencia del aborigen es de importancia fundamental. A eso se debió la fundación del Centro Misionero, fuente de nuevas realidades apostólicas. Se buscò reeditar lo positivo de las antiguas reducciones con los núcleos indígenas de la zona.

Surgiò asi la Misión de San Francisco de Rio Caraparì, ubicada a 50 km.de Tartagal y a 7 km. De la frontera con Bolivia. Desde 1932 la unión de algunas familias de origen chiriguano, dio lugar a la misma, por obra del referido Fray Mariano Colagrossi. Este aprovechò cuatro hectáreas donadas en noviembre del año anterior y empezó a funcionar la misión con la costrucciòn de la capilla, escuela y vivienda para los misioneros y los maestros. La misión fue inagurada solemnemente el 4 de octubre de 1933, festividad de San Francisco de Asis, en presencia de todos los aborígenes. La reducción, con el pequeño grupo de habitantes aumentò su población, atraídos por las posibilidades de trabajo estable y modo de vida acorde a las costumbres y tradiciones chiriguanas, hasta llegar a 900 pobladores en 1946. Los franciscanos la atendieron desde Tartagal hasta que se fundò una fraternidad estable.

A la izquierda de Tartagal, a 2 km. De la ciudad, hacia el norte, y el las laderas de los cerros, se estableció un grupo de chiriguanos huidos de la guerra paraguayo-boliviana. La gran mayorìa provenian del Chaco y eran católicos por pertenecer a las reducciones del sur de Bolivia. Por eso no le fue en absoluto difícil a los frailes entrar en sus asentamientos y organizar la misión, rápidamente construyeron una capilla, abrieron una escuela primaria en lengua aborigen. Esta misión fue puesta bajo la advocación de San Francisco Solano, incansable primer misionero franciscano de estas tierras y por quien los aborígenes guardan una especial devoción y cariño.

Esta Misión se encuentra ubicada sobre la cumbre casi aplanada de un pequeño cerro llamado "La Loma" y progresa hasta el dìa de hoy, recibiendo agradecida la presencia a diario de los franciscanos. La figura y el recuerdo de Fray Fèlix Bruciaferri, encuentra en los habitantes una firme decisión para permanecer en la Misión, mientras los frailes viven con ellos acompañándolos en la vida cotidiana.

Un asentamiento de aborígenes Chaneses se estableció cerca del caserìo del pueblo de Aguaray, en el camino entre Tartagal y el Rio Caraparì, muchos trabajaban en los aserraderos y provenian de la angostura del Itiyuro y encontraron la mano amiga de los misioneros, tambièn en este caso, Fray Bruciaferri, estableció con ellos una Misión, se la llamò "San Miguel Arcángel" de Tuyunti. La escuelita comenzò a funcionar el 2 de agosto de 1946, mientras que el 29 de septiembre del mismo año, se plantò la Cruz y se celebrò la Santa Misa donde recibieron el bautismo 150 personas. Entre adultos y niños.

Los franciscanos han adquirido para los aborígenes, 40 hectàras para su trabajo rural y el autoabastecimiento de la misión, mientras se gestiona otra donación por parte del gobierno de Salta. La Misión de San Miguel de Tuyunti sigue creciendo a pasos agigantados.

El Centro Misionero de Tartagal, que atiende los pueblos de la extensa parroquia y las misiones, cuyo esquema hemos presentado, es un autèntico centro irradiador de de fe y revalorizaciòn de culturas locales.

La ciudad de Tartagal se encuentra a 374 Km. màs al norte de la Capital de la Provincia de Salta, para llegar hasta ella hay que transitar un muchas veces, penoso camino trazado en medio de la exuberante selva, y adentrarse en la vecina provincia de Jujuy, y luego de muchos km. volver a retomar los caminos de la provincia salteña.. Aproximadamente a 60 km de la frontera argentino-boliviana. A causa del descubrimiento en la zona de petróleo por YPF, la ciudad ha adquirido un gran desarrollo, hasta no hace mucho, todo se reducía a un grupo diseminado de ranchos muy precarios. Llegando a tener en su máximo momento de esplendor, casi 30.000 habitantes.

Esta ciudad està confiada a la atención espiritual de los franciscanos de la provincia argentina de "San Francisco Solano", que tiene como fraternidad, habitualmente de cuatro a cinco religiosos, insuficientes por cierto, para atender las obras en camino y llevar a buen tèrmino los proyectos necesarios para una creciente obra de apostolado con relación a las actuales exigencia de la Iglesia.

A la primitiva iglesita fundada por Fray Gabriel Tommasini en 1924 y creada parroquia en 1928, junto a las precarias habitaciones de los frailes siguió la construcción del templo actual, iniciado en 1939 e inagurado solemnemente el 14 de abril de 1953. Esta inaguraciòn fortalecía las relaciones entre los fieles. La Acciòn Católica en todas sus ramas, la Tercera 0rden Franciscana y màs tarde la Legión de Marìa y el Movimiento Familiar Cristiano. Actualmente estas asociaciones cuentan con integrantes aborígenes.

Los frailes, además del trabajo parroquial en si, siguen atendiendo a los numerosos pueblos cercanos y atienden periódicamente los lejanos centros habitados de la ex parroquia de Rivadavia.

Pensamos, sin embargo, que a poco se hubiera llegado sin el aporte de la niñez formada civil y cristianamente en las escuelas primarias aborígenes de la zona y en el Instituto San Francisco de la ciudad de Tartagal, fundado en 1930 para la educación primaria. Fue la primera escuela de la zona, para no desmentir la antigua tradición franciscana, junto a la enseñanza primaria se viò la necesidad de seguir ayudando a los niños con una educación secundaria. Se inagurò asi, la sección secundaria bachiller el 14 de abril de 1953, abriendo un magnìfico panorama a la juventud de la ciudad y de la zona. Los frailes dirigen y son maestros de la primaria y del secundario.

Por interés de los incansables misioneros franciscanos, llegaron a Tartagal las Hermanas Clarisas Franciscanas del Santísimo Sacramento en el año 1937, recibiendo la sección niñas de la escuela primaria con sus grados completos. En el año 1958 el Colegio Santa Catalina de las hermanas, añadìa a su sección primaria la hermosa realidad del Magisterio, recibiéndose a su tiempo, los primeros maestros de la zona. Completando de este modo, el deseo no solo de los frailes, sino de todos los habitantes.

Los franciscanos, respetados y queridos, siguen siendo el alma de la región y de la ciudad, con su abnegada labor misionera y su preocupación incesante para elevar el nivel de vida de los aborígenes confiados a sus cuidados.

Junto a los establecimientos primarios de la ciudad, los frailes han fundado escuelas primarias en cada misión aborigen (bilingües) y que ellos mismos dirigen.

El gobierno provincial a travès del Consejo General de Educación, mantiene la enseñanza aportando el sueldo de los maestros que colaboran con los franciscanos.

Asi como en las cinco misiones màs antiguas, hay otras tantas escuelas primarias en las cuales se està trabajando para fundarlas tambièn en las misiones màs recientes.

PROF. BENITO HONORATO PISTOIA.-

"LOS FRANCISCANOS EN EL TUCUMAN Y EN EL NORTE ARGENTINO DESDE 1566 hasta 1973."

Talleres gráficos EL TRIBUNO.

Salta (Argentina) Enero de 1989.-


Convento franciscano "La Purísima"

Guemes 399

4560 – TARTAGAL (Salta)

ARGENTINA.-

Te 03875 – 421 654.-

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